Aunque su principal función es eliminar la grasa que se acumula en el cuerpo, estas sustancias suelen provocar irritaciones en la piel. Por otra parte también destruyen los lípidos que se crean en nuestro cuerpo de forma natural y pueden incrustarse en el cuero cabelludo y provocar daños.
Por otra parte, la mayoría de los champús que no son naturales también muestran siliconas derivadas del petróleo en sus dosis. Estos jabones lo llevan incorporado con el fin de cubrir todo el pelo y conseguir que esté limpio, brillante y sedoso.
Pero estas siliconas dificultan peligrosamente la oxigenación del pelo y, además, pueden dañar la cutícula y conseguir que se reseque a largo plazo. Asimismo, las mascarillas y los acondicionadores también están compuestos por estas partículas que dañan el cabello alimentando la grasa en el pelo y consiguiendo que dure limpio menos tiempo que un champú natural.
Por eso, los expertos recomiendan el uso único de champús naturales para mantener el cabello bien cuidado, fuerte, sano y alejado de sustancias