Siempre tenemos una amiga, hermana o compañera de trabajo que ha ido a una peluquería y ha salido encantada. Confía en las recomendaciones, pero fíjate también en si el salón encaja con tu estilo, si te sientes cómoda y si el aspecto de los empleados te gusta.
No te dejes guiar solamente por las opciones de los demás, eres tú la que se tiene que sentir cómoda en el espacio y confiar en los profesionales que lo componen.